Los niños no suelen querer
comer nunca frutas y verduras. Son los alimentos que más se les atragantan a los niños y
muchas veces llega a ser desesperante para los padres. Pero no hay que
abandonar. La paciencia ante todo es fundamental con los niños ya que para ellos
son su modelo a seguir.
La
directora del área Infantil del centro
de Psicología Álava Reyes, Silvia Álava Sordo, explica que los
hábitos saludables hay que inculcarlo en los hijos desde bien pequeños. “Los padres son los que al final están todos los días con
ellos y los que influyen directamente en su conducta porque
son el modelo a seguir de los niños. Copian el modelado de sus figuras de
referencia”, detalla la psicóloga.
El sobrepeso y la obesidad
infantil en una de las mayores preocupaciones en el mundo del siglo XXI. Nada
menos que casi uno de
cada dos menores en España tiene sobrepeso u obesidad, según datos
del estudio Aladino, elaborado por la Agencia Española de Consumo, Seguridad
Alimentaria y Nutrición (Aecosan).
Hay
trucos para que los niños coman mejor y la directora del área infantil del
centro de Psicología Álava Reyes no da alguno de ellos.
– Paciencia. Esta
es una virtud que deben desarrollar todos los padres a las horas de las
comidas. “No vale que los niños digan que no les gusta y le cambiemos el plato.
Deben aprender que lo que tienen en la mesa, se lo deben comer”.
– Animarles y premiarles cuando
comen bien. Álava destaca que “muchas veces cuando comen bien todo y a
la primera no se presta mucha atención a lo que han hecho y en cambio cuando no
comen o está remolón, que pone cara de asco, los padres están encima haciendo
malabares para que el niño coma.
– Ponerles menos cantidad cuando se
sabe que es un alimento que no les gusta demasiado y combinarlo con comidas que
sí les gusten.
– Predicar con el ejemplo. “Los
niños se fijan en los padres porque son su modelo a seguir y si ellos comen
verdura y fruta, es muy probable que los niños también quieran hacerlo”. Si
escuchan decir “uy que rico” o “estaba deseando comer espinacas”, seguro que
los más peques también querrán comerlo.
– Presentar los platos de forma
divertida. Echar la imaginación a volar cuando se presenta el plato
de verduras o fruta a un niño puede atraerlo. Por ejemplo, hacer un bosque con
el brócoli o una cara con las piezas de frutas.
Si os interesa el tema
o necesitáis ayuda con vuestros hijos, también podeis consultar el libro Cuentos para
comer sin cuentos, que publicamos en el Centro de Psicología Álava Reyes y
donde de una forma muy divertida para los niños encontraréis pautas
pedagógicas y actividades que se plantean para el trabajo conjunto de padres e
hijos y que os ayudarán a conseguir:
·
Que los hábitos
matutinos se adquieran adecuadamente y a la hora del desayuno se respire en
casa cierta armonía.
·
Que los niños
comprendan la importancia del acto de comer y lo hagan con gusto.
·
Que aprendan a
respetar la comida y entiendan el valor nutritivo de aquello que por lo general
no les gusta, como las verduras y las frutas.
·
Que tengan un
comportamiento correcto en la mesa, tanto en casa como en el colegio.
·
Que sepan por qué
deben lavarse las manos antes e incorporen dicha conducta.
·
Que poco a poco,
aplicando sistematicidad en las tareas que se les encomiendan, vayan creando
unos hábitos saludables.