miércoles, 2 de marzo de 2016

BUENOS HÁBITOS ALIMENTICIOS EN LOS NIÑOS


Los niños no suelen querer comer nunca frutas y verduras. Son los alimentos que más se les atragantan a los niños y muchas veces llega a ser desesperante para los padres. Pero no hay que abandonar. La paciencia ante todo es fundamental con los niños ya que para ellos son su modelo a seguir.

La directora del área Infantil del centro de Psicología Álava ReyesSilvia Álava Sordo, explica que los hábitos saludables hay que inculcarlo en los hijos desde bien pequeños. “Los padres son los que al final están todos los días con ellos y los que influyen directamente en su conducta porque son el modelo a seguir de los niños. Copian el modelado de sus figuras de referencia”, detalla la psicóloga.
El sobrepeso y la obesidad infantil en una de las mayores preocupaciones en el mundo del siglo XXI. Nada menos que casi uno de cada dos menores en España tiene sobrepeso u obesidad, según datos del estudio Aladino, elaborado por la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan).
Hay trucos para que los niños coman mejor y la directora del área infantil del centro de Psicología Álava Reyes no da alguno de ellos.
– Paciencia. Esta es una virtud que deben desarrollar todos los padres a las horas de las comidas. “No vale que los niños digan que no les gusta y le cambiemos el plato. Deben aprender que lo que tienen en la mesa, se lo deben comer”.
– Animarles y premiarles cuando comen bien. Álava destaca que “muchas veces cuando comen bien todo y a la primera no se presta mucha atención a lo que han hecho y en cambio cuando no comen o está remolón, que pone cara de asco, los padres están encima haciendo malabares para que el niño coma.
– Ponerles menos cantidad cuando se sabe que es un alimento que no les gusta demasiado y combinarlo con comidas que sí les gusten.
– Predicar con el ejemplo. “Los niños se fijan en los padres porque son su modelo a seguir y si ellos comen verdura y fruta, es muy probable que los niños también quieran hacerlo”. Si escuchan decir “uy que rico” o “estaba deseando comer espinacas”, seguro que los más peques también querrán comerlo.
– Presentar los platos de forma divertida. Echar la imaginación a volar cuando se presenta el plato de verduras o fruta a un niño puede atraerlo. Por ejemplo, hacer un bosque con el brócoli o una cara con las piezas de frutas.
Si os interesa el tema o necesitáis ayuda con vuestros hijos, también podeis consultar el libro Cuentos para comer sin cuentos, que publicamos en el Centro de Psicología Álava Reyes y donde de una forma muy divertida para los niños encontraréis pautas pedagógicas y actividades que se plantean para el trabajo conjunto de padres e hijos y que os ayudarán a conseguir:
·         Que los hábitos matutinos se adquieran adecuadamente y a la hora del desayuno se respire en casa cierta armonía.
·         Que los niños comprendan la importancia del acto de comer y lo hagan con gusto.
·         Que aprendan a respetar la comida y entiendan el valor nutritivo de aquello que por lo general no les gusta, como las verduras y las frutas.
·         Que tengan un comportamiento correcto en la mesa, tanto en casa como en el colegio.
·         Que sepan por qué deben lavarse las manos antes e incorporen dicha conducta.

·         Que poco a poco, aplicando sistematicidad en las tareas que se les encomiendan, vayan creando unos hábitos saludables.