Recuerda que
la frágil memoria de las mentes de tus alumnos,
olvida fácilmente lo aprendido.
Pero la firme memoria de sus corazones
retiene de por vida lo sentido y lo vivido.
Si quieres educar,
no pongas el acento en cargar
sus mentes de conocimiento.
Llena más bien los corazones con valores y vivencias.
Recuerda que
produces más calor encendiendo una cerilla
que hablando sobre el fuego.
Que iluminas más encendiendo una vela
que describiendo el Sol.
Si quieres educar,
no impongas caminos obligando,
muestra tus ideales caminando.
No ahogues con el peso de normas y preceptos.
Recuerda que
los docentes no educan sin amar,
por tanto, ama a tus alumnos como son
Y no olvides...
Si amas y vives en la autenticidad
educas sin proponértelo
Si no amas y no vives de verdad
no educas aunque te lo propongas.
¡ Féliz día del maestro!
Cristina Mateos