Tenía muchas ganas de compartir con todas las que c ada día tratamos de tejer una red de apoyo fuerte donde podamos agarrarnos cuando lo necesitemos, donde sentirnos conectadas y seguras, donde crezcan niñas y niños libres, que puedan elegir como quieren ser y aprendan a defenderse de las mochilas de género con que les cargamos, a diario a veces sin darnos cuenta.
Este es un mensaje para los 365 días de cada año que falte hasta que llegue la utópica época en que deje de ser necesaria le lucha porque al fin hayamos terminado de construir una sociedad que ofrezca a todos sus componentes una igualdad de oportunidades real, pero hasta entonces...
Cada decisión, cada gesto, cada palabra tiene un peso en la balanza, no hay forma de estar al margen, todos nuestros actos tienen repercusión en mayor o menos medida, los que hacemos con deliberación y los sutiles automatismo que normalizamos.
Cada paso que damos nos lleva en una dirección, consciente o inconscientemente sumamos cada día nuestros granitos de arena. Podemos elegir ponerlos en los anchos senderos marcados que perpetúan la injusticia social, el patriarcado y la desigualdad o en las sendas salvajes de la lucha, del cambio y la solidaridad.
Gracias a todas las personas valientes que me he cruzado en la ruta y que han puesto su granito de arena para darle forma y llenar de vida esta canción.
¡ FELIZ 8 DE MARZO!
