El
autismo es una discapacidad permanente del desarrollo que se manifiesta en los
tres primeros años de edad. La tasa del autismo en todas las regiones del mundo
es alta y tiene un terrible impacto en los niños, sus familias, las comunidades
y la sociedad.
A
lo largo de su historia, el Sistema de las Naciones Unidas ha promovido los
derechos y el bienestar de los discapacitados, incluidos los niños con
discapacidades de desarrollo. En 2008, la Convención sobre los Derechos de las
Personas con Discapacidad entró en vigor, reafirmando el principio fundamental
de universalidad de los derechos humanos para todos.
La
Asamblea General de las Naciones Unidas declaró por unanimidad el 2 de abril
como Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo para poner de relieve la
necesidad de ayudar a mejorar las condiciones de vida de los niños y adultos
que sufren este trastorno.