En
el año 1594 Santa Cecilia fue nombrada patrona de la música por el
Papa Gregorio XIII y, a través de los siglos, su figura ha
permanecido venerada por la humanidad con ese padrinazgo. Su fiesta
es el 22 de noviembre, fecha que corresponde con su nacimiento y que
ha sido adoptada mundialmente como el Día de la Música. El
padrinazgo de la música le fue otorgado por haber demostrado una
atracción irresistible hacia los acordes melodiosos de los
instrumentos. Su espíritu sensible y apasionado por este arte
convirtió así su nombre en símbolo de la música.